Hoy fue una noche distinta en Madrid. Y es que después de una semana difícil, en cuanto a relaciones personales se refiere, hoy llovió y la lluvia lo limpia todo.
Cultura pop, es un festival, organizado por el distrito de San Blas, donde florece el arte pop expresado en la música, el cine, afiches, comics, etc.
En este marco es que fui a ver la película "Ultimatum a la Tierra", clásico del cine de ciencia ficción en el que hay un mensaje claro: "Si se empeñan en destruir a otros, serán destruidos".
Mensaje tranquilizador para mi, ya que me hace pensar que pase lo que pase siempre hay algo que se encarga de enderezar las cosas por uno (inclusive a pesar de sus consecuencias).
Luego fui a un concierto gratuito, en la que se presentaban grupos pop (si, seguimos en el festival), todos eran grupos nuevos para mi y sonaban frescos, esto fue un alivio para mis oidos acostumbrados a una música calculada y por momentos elitizante.
De regreso, caminando por calles desconocidas de Madrid, la lluvia caía y hacía 'pop' en mi paraguas de 3 euros, formando riachuelos en las pistas, limpiando los últimos guiños de suciedad, y yo, pensando el los barquitos de papel que haría y en lo que dibujaría en ellos y, si son ellos lo que quiero, los riachuelos que dibujaría, delgados y caudalosos, y es que la lluvia lo limpia todo y todo esta limpio ahora.
Cultura pop, es un festival, organizado por el distrito de San Blas, donde florece el arte pop expresado en la música, el cine, afiches, comics, etc.
En este marco es que fui a ver la película "Ultimatum a la Tierra", clásico del cine de ciencia ficción en el que hay un mensaje claro: "Si se empeñan en destruir a otros, serán destruidos".
Mensaje tranquilizador para mi, ya que me hace pensar que pase lo que pase siempre hay algo que se encarga de enderezar las cosas por uno (inclusive a pesar de sus consecuencias).
Luego fui a un concierto gratuito, en la que se presentaban grupos pop (si, seguimos en el festival), todos eran grupos nuevos para mi y sonaban frescos, esto fue un alivio para mis oidos acostumbrados a una música calculada y por momentos elitizante.
De regreso, caminando por calles desconocidas de Madrid, la lluvia caía y hacía 'pop' en mi paraguas de 3 euros, formando riachuelos en las pistas, limpiando los últimos guiños de suciedad, y yo, pensando el los barquitos de papel que haría y en lo que dibujaría en ellos y, si son ellos lo que quiero, los riachuelos que dibujaría, delgados y caudalosos, y es que la lluvia lo limpia todo y todo esta limpio ahora.
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