viernes, 25 de septiembre de 2009

Los bolis rodantes

Y son bic, porque no hay de otra.

Cojo un cuaderno y escribo sin parar,
porque no quiero pensar más alla
del pensamiento inmediato,
ese que me lleva a lo más profundo de mi ser,
mi ser de aeropuerto, de chanfainita,
de cocidos y callos.

Pienso un momento y ahi esta, otra vez,
el tiempo muerto sin tiempo
y es que tuyo es el tiempo,
tuyos las horas y los segundos por siempre...

Variaciones en el clima,
si es abrigo o es camiseta,
si llevo paraguas o llevo agujetas,
si toco tu mano o limpio ventanas.
El tiempo es loco, pero es tuyo.

De otoños a primaveras,
son sólo 12 horas la espera,
pero ese tiempo es tuyo,
tiempo que dibujan los aviones en el cielo,
redactando las cartas de tu partida.

Luna de cara pálida,
dame la espalda y enseñame el corazón,
no niegues tus estrellas bifurcadas,
tu bonsai de aletas recortadas,
tus espinas doradas al vinagre...

Que pasa cuando las palabras pasan?
pasan de ti...
si el universo no es un verso único,
pq eres tú el tiempo universal del verso?

Mi...
empezaré la música...
esa de cañerias...
música china a media luz...
música clásica por el tiempo que he vivido...
dos días mas y estaré vivo...
pero lo negaré 3 veces...
luego seré negado...mil veces mil...

Vamos bic, tinta china, de italianos rumanos,
sofisticados reflejos, curvas de espejos ahumados...
vamos al fin ...hace sed...hace tiempo...
y es mío.




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